Recibió un crédito con la esperanza de poder crecer, pero las cosas no salieron como esperaba. El contexto, a nivel local y nacional le generó inconvenientes.

Nicole Palma es una joven emprendedora de Malargüe. Se dedica a costura y sublimación, comenzó hace años con una máquina de coser que le prestó su abuela. Con el paso del tiempo se fue perfeccionando y el mercado se abrió a tal punto que consiguió clientes en Buenos Aires. Además, sumó productos como mochilas y set de jardín.

Ya en la pandemia vio que había gente que tenía que trabajar, que necesitaban barbijos y muchas veces no tenían para comprarlos, por lo que comenzó a regalárselos a estas personas. Lo que no pensó es que esta confección de barbijos abriría un camino que fue los personalizados. Lo que das te vuelve, dice el dicho y así como regaló barbijos a las personas que lo necesitaban tuvo muy buenas ventas con los personalizados.

Siguiendo con su corazón solidario y teniendo en cuenta que en Malargüe hay muchos chicos que no cuentan con todo lo necesario para la escuela, Nicole todos los años hace donaciones de set a niños de la zona rural, como La Junta, Bardas Blancas, entre otros.

Como todo emprendedor, Nicole buscó crecer y ampliar su maquinaria para brindas más servicios. En este sentido, en junio presentó su proyecto en Mendoza Sostenible y Sustentable 2. Su intención puntualmente era comprar máquinas nuevas, más grande y así crecer con la idea de sumar uniformes de escuela, camisetas o camperas de egresados. Esto teniendo en cuenta que en Malargüe es muy difícil conseguir y siempre la gente termina por elegir comprar afuera, sin poder ver la calidad de esos productos o diseño. También quería sumar a sus productos pañales ecológicos, equipos deportivos para clubes, etc.

En agosto le llegó un correo donde se le comunicaba que de todo Mendoza salió ganadora, junto a dos emprendedores más. “Sentí una felicidad enorme y a la misma vez angustia por que en esos dos meses todo aumentó casi el doble en las máquinas e insumos que yo presenté al proyecto”, reconoció en diálogo con Malargüe a Diario.

“El 8 de septiembre se hizo la reunión para la entrega de certificado, en la incubadora con los encargados del proyecto, radios, diarios y el señor intendente Juan Manuel Ojeda. En ese momento me informo bien y dicen que de lo presentado en el proyecto yo tengo que comprar sí o sí todo. Me preocupé, porque en ese momento ya salía todo casi el doble y no iba a alcanzar con la plata que nos daban”, afirmó la joven emprendedora. A lo que agregó: “Se habló sobre el tema de la inflación que hubo en esos meses y el intendente dijo que en forma de agradecimiento por hacer crecer a Malargüe por ese monto que nos iba a faltar, en mi caso unos $500.000, él iba a darnos un préstamo que no supere el millón y en cuotas sin interés. Ahí me quedé tranquila de que con ese préstamo que él aseguró yo sí iba a poder cumplir con ese proyecto y me decidí a firmarlo el proyecto ante el escribano, volviendo a consultar antes si era seguro que el intendente me daba ese préstamo y me aseguraron que sí.”

“En octubre me pagan el proyecto, apenas tuve la plata compré la mitad de lo que presenté que fue lo que me alcanzó, me prestaron plata y usé una tarjeta de crédito para pagar parte de algunas máquinas, porque no me alcanzaba, ya que me seguían asegurando que a la semana me daban el préstamo. Me pidieron los precios actualizados de lo que me faltaba comprar y ya casi llegaba al millón, mi angustia era grande por si ese préstamo no llegaba, ya que al mes siguiente si no me daban ese préstamo tendría que buscar la forma de pagar esa tarjeta de crédito más la plata que me prestaron y juntar para la máquina que me faltaba presentar al proyecto”, sostuvo Nicole.

A la semana me pidieron en la Municipalidad todos los papeles para poder pedir el préstamo, firmé yo y mi garante el contrato y ya con eso quedaba a la espera del pago. A la semana me avisan que lamentablemente en la transición del gobierno han observado justo lo que estamos haciendo y finalmente el gobierno lo ha derogado dicho decreto”, contó angustiada. “Además al ser Monotributista no he logrado conseguir otro crédito”, afirmó.

“Hoy estoy trabajando noche y día para poder juntar esa plata y pagar lo que debo, y en eso también tengo unos meses para juntar esa plata de la máquina que me falta comprar… por confiarme en la palabra del intendente”, terminó diciendo la joven emprendedora malargüina.

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