Las clases son semanales, se brindan en tres espacios diferentes y son gratuitas.

Verónica Contreras es profesora superior y coreógrafa de La Coruña. “Soy la primera egresada de María Esther Moral de Zaragoza, en 1984”, confesó orgullosa.  Además, llegó a dirigir la Academia de su maestra y trabajó mucho con personas con discapacidad y personas de la tercera edad. “Son mi debilidad”, sostuvo.

Verónica es verborrágica, apasionada y decidida. Malargüina de nacimiento, la vida la llevó a vivir por otros lares, un tanto fríos e inhóspitos pero que no lograron apagar la llama de su pasión: el baile.  Desde diciembre del año pasado decidió regresar a sus pagos, “por la buena educación que noté en las escuelas secundarias y porque las raíces siempre tiran…”.

Hoy el corazón de Verónica rebosa de alegría ya que logró una gran meta: enseñar lo que ella tanto ama.  Ya comenzó con las clases de español, contemporáneo y flamenco en la Incubadora de Empresas. Los alumnos fueron un grupo de chicos con discapacidad que no dudaron en poner lo mejor de sí para aprender y divertirse al mismo tiempo. “Todos colaboraron, todos participaron. Empezamos de a poco con las prácticas de danza, con expresiones corporales”, manifestó Verónica.  Todo lo que hace es por amor al arte, “ad honorem”, como ella lo manifestó.

Consultamos a Verónica el por qué de esta iniciativa, a lo cual respondió muy segura: “Para que los niños tengan otro tipo de técnicas, que hagan otra cosa aparte de cocina, arte y demás. Por ejemplo, me conmovió Guillermo, que el sueño de su vida es ir a bailar a Tinelli, tiene muchas capacidades para bailar flamenco, tiene movimientos innatos y prometí acompañarlo para que pueda cumplirlo”.

Además de dar clases en la Incubadora de Empresas (martes y jueves de 11 a 12 hs), Verónica también logró un espacio en la escuela James W. Cronin, donde también serán abiertas a la comunidad, los días martes y jueves de 19 a 21 hs. También dará clases en el Hogar de Ancianos “Grassi”, los martes y jueves de 17 a 19 hs, donde según Verónica no va a enseñar sino a aprender de ellos. “Yo voy a aprender de las personas de la tercera edad, hay abuelos que están en silla de ruedas y yo decidí bailar en silla de ruedas. Sería la primera vez en Malargüe, por su edad deben ser respetados”, evidenció Verónica.

Nuestra entrevistada no dudó en agradecer a todos aquellos que hicieron que este proyecto se volviera una realidad, especialmente a la señora Raquel Rugoso, quien trabaja con el grupo de chicos en la Incubadora de Empresas.

Por último, Verónica compartió que tiene como objetivo compartir un festival al finalizar el año, con todos sus alumnos. “Como una terapia del alma para la gente, que no solo los abuelos y los niños diferentes van a ver a sus parientes actuar sino que ellos también lo pueden hacerlo”, concluyó.

Foto: Gentileza Verónica Contreras. 

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