Muchas necesidades ya se encuentran cubiertas pero aún no pueden regresar a su casa.

El pasado 6 de noviembre, una familia del barrio Municipal sufrió la pérdida de todas sus pertenencias y un importante deterioro de su vivienda cuando las llamas consumieron casi la totalidad de la misma. La comunidad malargüina, al enterarse del desafortunado hecho, rápidamente se movilizó y brindó su apoyo.

“Muy agradecida estoy al pueblo de Malargüe porque me han hecho llegar ropa, mercadería, me han traído mesa, sillas, colchones, una heladera, un televisor, camas, la gente es muy solidaria”, manifestó para Malargüe a Diario Juana Valenzuela.

Juana enfrenta el día a día de su familia sola, no cuenta con un trabajo fijo pero se las rebusca como puede. “Hago cositas para vender, siempre me las he arreglado así”, expresó.

El hijo más pequeño de Juana, de casi 3 años, todavía usa pañales. Las nenas han podido regresar a clases. “No me gusta andar pidiendo pero me tocó la mala suerte, la desgracia de perder todo, todo lo que me costó tener pero estoy muy agradecida con mis vecinos, con el pueblo de Malargüe.  Estoy muy agradecida también a la señora Viviana James que nos dio una mano, fue una de las primeras que vino, se acercó a ver cómo había quedado la vivienda, me trajo un bolsón, cocina, colchón para las nenas, calzado”.  El área de Desarrollo Social municipal se hará cargo del machimbre, el cableado eléctrico, la puerta del baño y una ventana.

Juana y su familia necesita de la solidaridad de los malargüinos para conseguir los siguientes elementos para su vivienda: una puerta de entrada a su vivienda, dos ventanas, vidrios, pintura, cemento para revocar la pieza de los niños -que sufrió un gran daño-, materiales para hacer los pisos y el juego del baño. Confesó que “son varias cosas las que me estarían faltando. Si tuviese un trabajo lo haría yo, pedirle al pueblo me da vergüenza porque jamás me ha gustado andar pidiendo”.

Producto de la solidaridad de un vecino, “don Flores”, hasta el momento Juana y sus tres hijos están viviendo en una casa del barrio Martín Güemes pero el próximo 29 de noviembre deben abandonarla. “Quiero agradecerle de corazón porque lo que ha hecho él con su esposa, doña Ema, no lo hace cualquiera; en primer lugar quiero agradecerles a ellos lo que han hecho por mí y por mis hijos, no cualquier te presta una casa teniendo menores”.

Quienes puedan colaborar con Juana y sus hijos pueden comunicarse al (0260)154055570 o acercarse a Ingeniero Barrera 2250, barrio Martín Güemes.

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