Su carrera fue fugaz e intensa. Llegó a ocupar el puesto 14 del ranking internacional y después de 30 años volvió a tomar una raqueta gracias a una invitación que recibió desde Malargüe.

El fin de semana pasado, se jugó la primera fecha del Torneo General San Martín, organizado por la Asociación Malargüina de Tenis. Este torneo cuenta con 3 categorías: ATM 500 masculino, ATM 1000 masculino  y doble mixto. Participan 12 jugadores divididos en zonas de grupos.

“Buscamos que crezca este deporte, estamos trabajando para tener más gente que lo practique, no hay límite de edad; hemos logrado que se hayan incorporado personas de todas las edades, hombres y mujeres”, manifestó para Malargüe a Diario Silvina Amaya, quien informó que, para esta oportunidad, convocaron a una de las mejores tenistas del país: Graciela Sgrignieri.

Graciela es maipucina y llegó al tenis de forma casual; cuando tenía 9 años vio pasar a un grupo de chicos con una raqueta y decidió seguirlos. Este deporte la eclipsó y, sin ninguna experiencia, comenzó a practicarlo y se dio cuenta que su talento era innato.

“Arranqué a los 9 años, fui caminando al club para ver qué deporte era ese, empecé a jugar al frontón y me vio un profesor e invitó a jugar a la escuelita; participé de un torneito a los 2 meses y lo gané, jugué un Provincial y también lo gané, el Cuyano y después el Nacional; todo era la primera vez que jugaba, nadie entendía nada; fue todo muy veloz. Me vieron en un nacional de la Academia de Buenos Aires (Academia de Tenis de Alto rendimiento) y propusieron llevarme a jugar porque no creían que en menos de 3 meses de estar jugando al tenis llegaba a jugar un Nacional”.

Así comenzó su carrera profesional, jugó muchos partidos internacionales en Europa, recorrió gran parte del mundo. Jugó el Orange Ball en Estados Unidos y logró estar Nº 14 en el ranking mundial categoría juvenil, “era muy chiquita, también estuve primera en el ranking nacional durante 5 años”.

Circunstancias de la vida la llevaron a dejar de lado el tenis y recorrer otros caminos, “eso quedó en stand by pero ahora lo estoy retomando”. El año pasado dio una clínica para los chicos de Tenis Adaptado, quedó el contacto y volvió a enamorarse de este deporte; la Asociación Malargüina de Tenis aprovechó para volverla a invitar a participar del torneo de dobles. La invitación fue en ese entonces de Federico Espeche y por esta convocatoria Graciela volvió a tomar la raqueta después de 30 años.

En el torneo de este fin de semana que pasó Graciela jugó con un representante de Tenis Rompiendo Barreras, Federico Espeche, “me comprometí a venir cada vez que se pueda, me enamoré de Malargüe, su gente y del proyecto Rompiendo Barreras; soy una luchadora en todos los aspectos de mi vida, el tenis fue mi primer gran amor, fue una carrera muy fugaz pero, a la vez, muy elevada e increíble».

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