Nació con hemimelia peronea; eso no le impide practicar varios deportes y sobresalir en algunos de ellos.

Mateo Martínez tiene 8 años, pasó a 4º grado de la escuela Rufino Ortega y es un apasionado de los deportes.

A pesar de haber nacido con hemimelia peronea, es decir, que uno de los dos huesos de la parte inferior de la pierna está ausente, realiza cuanta actividad lo entusiasma. Muchos podrían amedrentarse ante esta situación pero Mateo, siempre con el apoyo de su familia, no lo hace.

“Nos enteramos cuando nació lo que tenía, consultamos con varios traumatólogos en Mendoza; a los 5 meses lo tuvimos que operar por primera vez y le cortaron el tendón de Aquiles para que el piecito apoyara todo para poder caminar”, relató para Malargüe a Diario Mauricio Martínez, su papá y continuó: “Empezó a caminar al año y 3 meses, cuando nos habían dicho que recién lo iba a poder hacer a los 2 años, él lo hizo mucho antes; fue una alegría, se caía, se levantaba y volvía a caminar; desde chiquito demostraba perseverancia”.

A los 4 años, Mateo debió someterse nuevamente a una cirugía, en este caso debían enderezar la tibia, y este año debieron colocarle un tutor externo, “eso hace que se haya podido estirar la tibia 5 centímetros y, así y todo, usa una plataforma de 3 centímetros”.

Más allá de contar con condiciones diferentes a la del resto de los chicos, Mateo siempre fue uno más; se prende en los picados de fútbol, patina en rollers, monopatín, anda en bici y moto, practica hockey, corre maratones y, en la escuela, va a la par de todos.  “Nos ofrecieron maestros particulares después de esta última operación pero, con la madre, decidimos que no; queríamos que siguieran yendo a la escuela y lo recibieron de primera, lo dejaban jugar en los recreos a pesar de tener un tutor y hacía gimnasia como los demás niños”.

En el 2021, sugerencia de su madrina, Mateo comenzó a practicar taekwondo adaptado en el instituto de Denis Bianchi, con su profesor Franco Fuenzalida “a los dos meses rindió con honores cinturón blanco punta amarilla por las ganas que le puso; en noviembre, rindió cinturón amarillo bien y en diciembre fue su primer torneo provincial”.

Producto de esta competencia, realizada en San Rafael el 12 de diciembre en el Campo de Deportes Maristas, fue un muy merecido 2º puesto, “íbamos con mucha expectativa, el único chico que tenía una dificultad para caminar era él, tuvo 4 peleas con nenes de 8 y 9 años, cinturón amarillo y verde, lo hizo todo con una sola pierna, fue fantástico ver cómo se desenvolvía, cómo pateaba, cómo pegaba, nunca perdía la postura; uno lo anota para que participe pero no piensa que le va a ir tan bien y que va a demostrar tanto”.

A Mateo le esperan algunas intervenciones más, su pierna derecha crece más lenta que la izquierda “y se le va deformando, por eso, cada tanto, hay que operarlo; en marzo del año que viene hay que corregir su rodilla y el tobillo, será su 5º cirugía y le quedan varias más, hasta que termine su crecimiento”.

Reza un viejo dicho:  “quien sobrevive no es el más fuerte sino el que mejor logra adaptarse” y Mateo, a pesar de su corta edad y, tal vez sin ser muy consciente de ello, lo profesa día a día con la ayuda de su familia y de todo su entorno: “Siempre le buscamos la vuelta, todo se lo adaptamos a su pie para que pueda hacer lo que hacen los demás niños; tenemos la voluntad de la gente que nos adaptan las cosas y tenemos un zapatero que es excelente, hace magia”.

Fotos: Gentileza. 

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