Tenía el permiso vencido y, luego de renovarlo, lo demoraron varias horas más. Desde Defensa Civil alegaron que esa actividad no es esencial.

«A Malargüe hace alrededor de 20 años que voy con la venta de distintos productos. Ahora hace 2 años con los espejos. Jamás tuve ningún problema, todo lo contrario, quiero irme a vivir a Malargüe porque tengo mucha gente conocida, familias que son prácticamente mi familia”, manifestó para Malargüe a Diario Pablo Kessel, quien pasó un momento difícil días atrás, en el ingreso norte de nuestra localidad.

Según relató Kessel, quien realiza la venta de espejos a través de diferentes redes sociales, desde abril que está trabajando bajo esta modalidad; visita los departamentos de General Alvear, San Rafael y Malargüe. Él es oriundo de Mendoza y desde que comenzó la pandemia hace base en San Rafael, “hace dos semanas estuve en Malargüe y no tuve ningún inconveniente. Tomo todas las precauciones, acá lo que sucedió fue un tema de negligencia”.

Relató que “el viernes 4 llegué alrededor de las 22:30. Paré en el puesto norte, me piden el permiso y cuando ven el documento me dicen que no importaba que hacía diez días que estaba en San Rafael, porque mi domicilio está en Mendoza. En ese momento llamaron a un jefe y, debido a que mi permiso estaba vencido, no me dejaron pasar”.

Por diferentes razones, entre las que se encontraba la falta de combustible para poder volver a San Rafael, Kessel comenzó a gestionar un nuevo permiso, “a través de la aplicación Cuidar me dan un nuevo permiso a las 3 de la mañana; donde dice San Rafael Malargüe fabricación y venta de espejos. Les aviso a quienes estaban en el control pero me dijeron que tampoco podía pasar porque a esa hora había una restricción de vehículos hasta las 5 de la mañana, entonces me volví a mi vehículo. El gran problema fue que no tenía calefacción adentro de la camioneta”.

El vendedor comentó que alrededor de las 5 de la mañana no aguantó más las condiciones climáticas adversas, “y tampoco me dejaban pasar porque el jefe no atendía el teléfono. A las 6:30 de la mañana empecé con principio de hipotermia, no paraba de temblar, era insoportable el frío y llamé al 911”. El vendedor de espejos contó que al frío se sumó la falta de ingesta de alimentos, “vino la ambulancia y me llevaron al hospital, cuando me vieron en el estado que estaba activaron el protocolo de Covid-19”.

Kessel quedó internado, se le realizó el hisopado correspondiente y permaneció en el nosocomio local durante todo el sábado. A última hora recibió el resultado negativo. “Me trataron de primera, todos en el hospital; con el certificado volví a mi camioneta, en la que tenía toda la mercadería y pedí ingresar, pero sólo me dejaron por dos horas o me procesarían. Aunque para hacer todo el reparto necesito, por lo menos, dos días. Eso fue algo personal”, expresó.

Por otro lado, consultamos a Kessel sobre si tenía alguna posible hipótesis de por qué no lo dejaban pasar, “la verdad que no sé. Calculo que es porque no me volví, que era lo que me decían en un principio. Algo raro había, tenía el certificado de Coronavirus negativo y sólo me dejaron pasar por dos horas o me procesaban, no sé a qué atribuir que no me dejaran entrar”.

Por último, consultamos a Kessel sobre si en algún momento había tenido algún tipo de problema por realizar venta callejera: “Un día me puse en San Martín y Fortín Malargüe, vinieron de la Municipalidad y me dijeron que no podía estar ahí, que tenía que ir para los barrios, nunca me dijeron que tenía que pagar algún impuesto. Sí hace muchos años cuando vendía otro producto pagaba un canon diario pero con los espejos nunca. Yo vendo espejos que ahí no hay, no es competencia desleal, no le estoy quitando venta a otra persona de Malargüe. Tampoco me plantearon el hecho de tener que pagar algún impuesto en Rentas Municipal, sólo me dijeron que no podía pasar”.

Por su parte, el director de Defensa Civil, Víctor Andrade, manifestó que Kessel quiso ingresar durante la madrugada del sábado con un permiso de circulación, “ese permiso no lo habilita para hacer la venta de espejos ya que no es una actividad esencial. Por eso se le prohibió el ingreso. Estamos constatando que las personas están mintiendo en las declaraciones juradas. Sacan las declaraciones juradas nacionales mintiendo, por eso en Malargüe extremamos estos controles, a pedido del señor Intendente”.

Andrade explicó también que este vendedor sufrió una descompensación y por eso fue llevado al hospital local, “una vez que le dieron el alta, volvió a Las Heras. Lugar de donde pertenece”.

Por último, Andrade informó que este tipo de situación se está haciendo habitué: “Ese mismo día también quisieron ingresar dos personas que habían mentido en la declaración jurada, habían manifestado que trabajaban al servicio de YPF, que tenían domicilio en Neuquén, habían ido allí para traer cosas por un cambio de domicilio. Cuando volvieron a Malargüe pretendían irse a su domicilio y se lo mandó a hacer la cuarentena en los hoteles de Covid”.

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