Lo hizo dentro de su vehículo transportador de gran longitud, el cual llamó la atención de la comunidad.

El planeador es una aeronave que despega remolcado por otro vehículo ya que no cuenta con motor. Luego de alcanzar la altura necesaria puede volar sin asistencia del remolcador y suspenderse en el aire por efecto de las corrientes de aire ascendentes y otros fenómenos meteorológicos que son aprovechados por el piloto, brindando una experiencia de vuelo solo comparable a la que experimentan los pájaros en un entorno de paisajes majestuosos.

Durante el vuelo, el piloto maneja la aeronave mediante las superficies de control, buscando las corrientes de aire de tipo ascendente.

Fernando Repicky es oriundo de la provincia de Buenos Aires. Con 77 años se recibió de piloto de planeador en 1966 en la ciudad bonaerense de Quilmes. Bajando por la ruta nacional Nº 40 desde Jáchal, San Juan, hacia Zapala donde realizará una semana de vuelo con su planeador, se topó con nuestra ciudad y decidió pernoctar. “Traigo una aeronave, o sea, un planeador. La parte central es donde está la cabina con el fuselaje y después van las dos alas. Esto se saca y se arma”, explicó a Malargüe a Diario el piloto bonaerense.

Fernando, al notar nuestra curiosidad y la de muchos vecinos que se acercaron a ver su nave, nos contó que cuando la misma se arma tiene 20 metros entre cada puntera de ala. “En Zapala vamos a hacer una semana de vuelo aprovechando justamente las condiciones. Suelen venir personas volando con estos tipos de planeadores, que pasan inclusive por acá arriba y llegan hasta Mendoza y vuelven, aunque parezca mentira, sin motor. Luego de realizar el curso de piloto de planeador, me fui desarrollando en los distintos clubes. Soy socio del Club Albatros y tengo amigos tanto en los clubes de Jáchal como en otros clubes de todo el país”, contó nuestro orgulloso nuestro entrevistado.

Fernando afirmó que con el planeador puede llegar hasta las nubes que parecen lentejas, se llaman lenticulares. “Esas nubes están muy altas, están normalmente a 8.000 metros de altura, más de 6.000 metros de altura y se puede llegar a esa altura con el equipo de oxígeno”.

Fernando, sorprendido por la belleza de nuestro departamento, prometió que volverá para poder recorrerlo con más tiempo.

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