Al día de la fecha somos el único medio papel de Malargüe, de distribución semanal y gratuita.

En mayo del 2017 las máquinas comenzaban a imprimir lo que era la primera edición de nuestro semanario de Malargüe a Diario, el hermano menor del digital como lo dijimos en ese momento.

En ese entonces se concretaba un sueño después de incontables horas de trabajo para darle forma y llegar a nuestros lectores de la mejor forma. Siempre contando con los amplios conocimientos, ideas, experiencia y demás, del diseñador Héctor Safronchik. Quien sigue a cargo del diseño de este semanario y es una de las piezas fundamentales en este equipo.

Allá por el 2017 comenzamos imprimiendo nuestros periódicos en una imprenta y después fuimos evolucionando, achicando los tiempos de cierre de edición, impresión, compaginado y distribución. Para lograr esto abordamos nosotros mismos el trabajo de impresión y compaginado, lo que nos ha permitido estar más actualizados e incluso noticias del mismo domingo han sido destacadas en el papel y el periódico el mismo lunes ya estaba a disposición de los lectores.

Fue pasando el tiempo y los gobiernos. Comenzamos sin tener pauta municipal, posteriormente la tuvimos, después nos la sacaron y lo mismo pasa con todos los gobiernos. Muchas veces algunos gobernantes creen que por tener pauta están exentos a las críticas. Sin embargo, las críticas de la comunidad, con fundamentos, deberían ser escuchadas por los gobernantes y no tomar represalias contra los medios. Desde el lugar en el que estamos somos la voz de nuestra comunidad y como ya lo hemos mencionado, la voz del vecino es lo más importante. Sabemos que hay gobernantes a los que no les gusta esta postura, pero acá vamos a seguir, firmes y con nuestras convicciones claras, bien alejados de esa actitud que repugna como lo es la obsecuencia.

Ya en este contexto de pandemia y como una pequeña PYME que somos, también nos vimos afectados porque subsistimos de las publicidades y como es de público conocimiento la economía, el año pasado principalmente, fue complicada. Muchos de nuestros clientes mantuvieron sus negocios cerrados durante varios meses, otros tristemente se vieron obligados a cerrar. No obstante, nuestro semanario siguió en la calle, de forma ininterrumpida y al día de la fecha somos el único medio papel de Malargüe, de distribución semanal y gratuita. Esto es gracias a nuestros auspiciantes que confían en nuestro trabajo y a nuestros lectores que nos eligen.

No queremos dejar de mencionar el difícil contexto en el que estamos inmersos, donde la comunidad necesita estar informada a través de fuentes confiables y esto también nos ha permitido seguir llegando a cada uno de nuestros lectores, quienes necesitan saber lo que está pasando. Nuestro objetivo es brinda un servicio.

Lo difícil para un medio de comunicación no es escribir las noticias, lo verdaderamente difícil es que lo lean. Gracias.

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