Con el paso del tiempo, Malargüe a Diario fue afianzando ese vínculo con la comunidad a la que no solo le brinda información, sino que también le ofrece un servicio.

Un día como hoy, pero allá por el 2013, comenzaba a dar sus primeros pasos el primer diario digital de Malargüe. En ese entonces, para muchos era algo utópico y varios pensaban que sólo iba a durar un destello. Sin embargo, Malargüe a Diario ya se venía craneando desde los pasillos de la facultad, entre clase y clase, allí en la ciudad de Mendoza.

Los primeros tiempos de Malargüe a Diario no fueron fáciles porque, como todo emprendimiento, se necesitan recursos y, en ese entonces, era complicado sumar clientes, ya que al ser algo nuevo no todos se querían arriesgar.

El recurso humano era otro gran desafío, eran muy pocos los profesionales que se podían sumar en Malargüe. Esto teniendo en cuenta, además, que muchos jóvenes estudiantes se iban en busca de un título y pocos de ellos retornaban. A pesar de todo, se logró conformar un grupo de trabajo: el programador web Paulo Álvarez fue quien le dio vida a este diario digital. También se sumaron redactores y editores como Carolina Sandmeier, quien también hizo un valioso aporte, al igual que Daniela Vandalda. Mientras que como redactores hicieron su paso Marina Schiuma, quien luego eligió irse del país en busca de un sueño pero sus notas aún siguen vivas en nuestra web.

Fue pasando el tiempo y con el correr de los años nos fuimos perfeccionando, aprendimos de los errores y, con pasos lentos pero firmes, Malargüe a Diario comenzó a ser una fuente confiable de información.

Además, y un detalle no menor, se rompió una barrera. Antes de Malargüe a Diario las noticias no trascendían pero con la explosión del universo digital, en distintos puntos del mundo comenzaron a saber lo que pasaba en nuestro querido departamento.

Debemos reconocer que no ha sido fácil llegar a estos 10 años, tal vez muchos no lo sepan pero existen innumerables presiones para que algunas noticias no trasciendan. No obstante, y como se refleja en nuestro sitio web, no nos tiembla el pulso al momento de subir ciertos hechos que se quieren tapar. Hemos recibido varias cartas documento pero, al día de la fecha, nunca hemos tenido que retractarnos. Prohibiciones de acercamiento también hemos tenido que hacer por amenazas que hemos recibido pero no nos han corrido nuestro norte.

Con el pasar de los años, no solo fuimos sumando experiencia sino que también afianzamos nuestro grupo de trabajo y aquí es donde destacamos a pilares como Gonzalo Arteaga, el ingeniero que mantiene con vida nuestra web, el diseñador Héctor Safronchik, quien ha estado desde el minuto cero de Malargüe a Diario y fue quien creó la marca, con la esencia que nos caracteriza y, al día de hoy, continúa creando con sus diseños, y sumando ideas. Y Natalia Trasorras, nuestra redactora que genera contínuamente noticias y que, gracias a ella, miles de malargüinos están informados.

Seguirán pasando los años, en Malargüe cambiarán los colores políticos de quienes gobiernan los destinos de nuestro departamento y Malargüe a Diario seguirá en la vereda de enfrente, como lo hemos hecho durante  estos 10 años.

Párrafo aparte merecen nuestros auspiciantes, ya que son ellos quienes nos han permitido llegar a esta década, porque más allá de la publicidad que hacen para mejorar sus ventas confían en nuestro medio y nos generan los recursos para poder mantenernos online.

Otro párrafo destacado es para nuestros lectores, ustedes, quienes no solo confían en nuestra información, sino que además nos aportan material para nuestras noticias, lo cual para nosotros es fundamental porque a Malargüe a Diario lo hacemos entre todos.

También un agradecimiento especial a nuestras familias, porque para mantener actualizado un diario se debe trabajar todos los días, por eso somos un diario y la noticia no descansa.

Antes de concluir, como medio de comunicación, agradecemos a todos los que son parte de Malargüe a Diario porque gracias a todos los que aportan desde su lugar, hemos llegado a estos 10 años.

Hace algunos meses quisieron “comprarnos”y nos preguntaron cuánto queríamos para dejar de publicar noticias que no ayudaban a un sector político. Nuestra respuesta fue: “¿Saben cuántos seguidores tenemos en Facebook? Más de 49.300 y ese número es porque los que nos leen confían en nuestra información”. Pasando en limpio, la credibilidad no se compra.

A continuación, compartimos un pequeño, pero significativo, diálogo atribuido a Humberto Maturana, biólogo, filósofo​ y escritor chileno (1928- 2021).

¿Usted es un hombre de izquierda?

–Yo, personalmente, no quiero ser de ninguna parte para poder ser de todas partes.

Eso suena imposible.

–No, claro que es posible.

No ser de ninguna parte significa no estar comprometido con ninguna ideología y solamente si no estoy comprometido con ninguna ideología puedo pensarlo todo, porque no tengo las respuestas pre hechas a mis preguntas, sino que me tengo que detener a observar, a entender.

Lo que se opone a una ideología es la reflexión, si no hay reflexión, hay ideología.

¿Y usted nunca ha creído en una ideología?

–Cuando chico.

Amigos lectores!

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