No solo se quedó sin el dinero que entregó como diferencia, sino que perdió días de trabajo, costo de estadía fuera del campo y un service de la camioneta que había adquirido, la cual tenía los números limados.

Juan Gabriel Moreno tiene 25 años, es del puesto la Ventana, de Las Loicas y junto a su padre se dedica a la crianza de chivos. Los primeros días de febrero del 2023 quiso cambiar su camioneta por una mejor, tenía una Honda CRV y aspiraba a tener una Ranger. Para ello, vendió parte de sus animales y sumó algunos ahorros.

“Me contactan para hacer un cambio, una permuta, solamente tenía que entregar una diferencia por la Ranger 2005, 370 mil pesos”, comenzó contando a Malargüe a Diario Juan.

Moreno fue contactado por una persona de San Rafael, por una Ranger. Quien lo contactó fue Cristian Arza. Con él es con el que hizo el negocio pero el problema fue al momento de transferir. Mientras que su camioneta que entregó la llevó a San Rafael, como parte de pago, sumado al dinero.

Cuando llegó el momento de concretar legalmente la transacción, Arza no se presentó nunca en el Registro Automotor, “yo lo llamaba y me decía que tenía mi camioneta rota, la que yo le había entregado en San Rafael. A unos familiares de allá les pedí que fueran a verla en el taller que me dijo y resulta que no era un taller, era una casa de familia; y cuando fui a hacer la verificación de la Ranger que había comprado, saltó que tenía el número de chasis limado, no tenía los papeles directamente”.

Si bien a Juan no le secuestraron inmediatamente la camioneta, por motus propio, después de unos días, decidió entregarla: “Fui a hacer la denuncia y ahí la entregué a la policía. Además de haber entregado los 370 mil pesos, a la Ranger le había llenado el tanque de combustible y le hice cambio de aceite; además de los gastos de estar en Malargüe y viajar a San Rafael a buscar la mía después”.

Juan debió contactar a un abogado, ya que en reiteradas ocasiones llamó a Arza y éste nunca contestó: “Después me llamaron a una audiencia, tampoco se presentó, a una segunda audiencia se presentó la señora y en la tercera sí se presentó a dar el paradero de la camioneta mía que tenía en San Rafael. Ahí tuve que estar sin el vehículo hasta que le hicieran la pericia a mi camioneta allá y después ir a buscarla a San Rafael, estaba desteñida un poco la pintura por estar al sol y por las tormentas”.

Juan finalmente recuperó su camioneta, pero perdió el dinero que entregó como diferencia, el costo de la verificación, el cambio de aceite, la nafta y el costo de haber estado tanto tiempo en Malargüe y en San Rafael, sumado a los costos del abogado. Tengamos en cuenta que 370 mil en enero del año pasado no era poca plata y más para un criancero.

“Fui a la comisaría pero quedó todo en la nada; en su momento quería recuperar el dinero, porque para mí esa era una inversión que quería hacer porque me hacía falta el otro vehículo. Y al fin perdí el dinero ese y perdí más”, contó afligido nuestro entrevistado. Juan solo recuperó la cédula verde de su camioneta.

Cómo le repercute a un criancero esta pérdida, Juan reconoció: “Perdí la mitad de mi crianza, porque era la inversión que yo tenía”, sobre el hombre que se llevó su dinero Juan afirmó que no lo volvió a ver más.

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